menorca en enero

5 planes esenciales para este enero en Menorca

Si buscas una isla europea a la que escaparte en enero, Menorca debería estar en lo más alto de tu lista. A diferencia de otras islas, Menorca está desierta en este mes y podrás disfrutar de mucho más que de sus playas desiertas.

Si buscas una escapada paradisíaca que siga siendo asequible, piensa en Menorca en enero. Puede que las temperaturas no sean para ir en bikini, sin embargo, la isla ofrece muchísimas opciones más aparte de sol y playa.

La verdad es que puedes disfrutar de esta rocambolesca isla todos los meses del año y en esta publicación te vamos a contar 5 planes que puedes hacer si visitas Menorca en enero.

5. Volar en Parapente

parapente en menorca

Un regalo único para tu pareja en enero puede ser un viaje a Menorca y saltar en parapente desde Monte Toro, la montaña más alta de la isla.

No hay mejor sensación que sentirte como un pájaro mientras tienes a tus pies una vista panorámica de toda la isla. Así que anímate y prueba a dar este salto de adrenalina.

El vuelo dura unos 20 minutos y en él podrás observar como el parapentista que te lleva aprovecha las corrientes de aire caliente para poder alzar el parapente y disfrutar de las espectaculares vistas de Menorca desde el aire.

4. Visitar los Viñedos

bodega binifadet menorca

Si eres amante del vino, esta ruta no puede faltar en tu viaje. Existen 9 viñedos repartidos en toda la isla y que ocupan un total de 67,6 hectáreas, repartidos entre todos los municipios de la isla.

Anímate y descubre los aromas de estos vinos; 8 de las 9 bodegas ofrecen rutas en sus instalaciones y catas de vinos.

  • Bodegas Binifadet (foto).
  • Binitord
  • Finca sa Marjaleta
  • Bodegas Torralbenc
  • Viña de Sa Cudia
  • Son Cremat
  • Huerto de Sant Patrici

3. Visitar Fortaleza de la Mola

La Fortaleza de la Mola, también llamada la Fortaleza de Isabel II está situada en el Puerto de Mahón y se construyo entre el

1848 y 1875 para proteger a la isla de los ataques británicos.

El archipiélago se encuentra en una posición estratégica inmejorable en las rutas marítimas del Mediterráneo, motivo por el cual fue atacada innumerables veces. Conocer la Mola es sinónimo de conocer la historia profunda de Menorca y como vivieron los residentes durante esa época.

Sin duda, enero es un mes ideal para visitar los lugares más históricos de Menorca, ya que hay poco turismo. Podrás perderte por la fortaleza y descubrir los rincones más inesperados por libre.

2. Playas paradisíacas para ti solo

Aunque sea enero, las playas de Menorca siguen allí. Si el tiempo lo permite puedes pasear por ellas y tendrás el privilegio de tenerlas todas para ti; algo que no tiene precio.

La isla se encuentra vacía, no hay el bullicio del verano que agobia y todo está más barato , qué más se puede pedir. Pasear por la orilla del mar y observar el impactante paisaje que ofrece Menorca te hará sentir como si estuvieras en una isla desierta.

¿Sabes la diferencia entre las playas del norte y del sur?

Si visitas las playas de ambos polos de la isla (Norte y Sur), verás la diferencia que hay. La isla, geológicamente, está dividida en dos.

La mitad sur es mucho más reciente y está formada por rocas calcáreas, siendo el marés la más abundante.

Por contra, en el norte podrás encontrar rocas rojizas , ya que están creadas por materiales oxidados, ricos en óxido de hierro.

1. Visitar Sa Naveta d'es Tudons

monumentos menorca

Menorca tiene una inmensa historia prehistórica y muchos de sus yacimientos siguen a día de hoy con unas condiciones inmejorables.

Sin duda, enero es un mes espléndido para visitar numerosos talayots , en este artículo te hablaremos de Sa Naveta d'es Tudons, en Ciutadella.

¿Sabes qué es una Naveta?

Una naveta es lo que llamamos a una tumba monumental de carácter colectivo y es exclusivo de Menorca. Se construyeron durante la etapa pre-talayótica , a finales de la Edad de bronce.

La más famosa es Sa Naveta d'es Tudons por su atípica leyenda. Cuenta que dos gigantes luchaban por la mano de una bella doncella y para ganársela uno tenía que construir una naveta y el otro debía hacer un pozo y encontrar agua.

El reto estaba muy reñido, pero justo antes de colocar la última roca para acabar la naveta, el otro gigante encontró agua. Furioso, cogió la piedra y se la lanzó, acabando así con su vida.

Se dice que esta es la razón por la cual falta una piedra al monumento talayótico para que esté acabado.